Libertad y Voluntad
a) Cosas que dependen y no dependen de mi voluntad
Según lo anterior, en el proceso de constitución de nuestra libertad,
hay cosas que dependen de nuestra voluntad y otras no. Solamente en
el primero caso se puede decir que somos libres. Somos libres cuando
nuestras decisiones están sustentadas en las cosas que dependen de
nuestra voluntad y no la de otros. En el mundo, no todo depende de mi
voluntad porque hay otras voluntades y otras muchas necesidades que
no podemos controlar a nuestro placer.
En el mundo hay muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, desde
terremotos, enfermedades, tiranos, nuestra familia, etc. Pero también
nuestra libertad es una fuerza en el mundo, es nuestra fuerza; a través de
ella nos vamos constituyendo en lo que anhelamos ser: más libres, más
autónomos, más racionales, en una palabra: más humanos.
Libertad, destino y destinación
Este concepto no ha sido retomad.o de Savater, sino de José Luis
Aranguren. Para este autor, a través de nuestra libertad “transformamos
en ‘destinación’ lo que, dejado a sí mismo, sería ‘destino’” .
La libertad, como hemos venido señalando, es la posibilidad y al mismo
tiempo la capacidad que tenemos los humanos de inventar, decidir y
elegir entre lo posible por nosotros mismos. Se trata de una
elección no aparente sino real, en donde de manera racional
y crítica nos hacemos responsables de nuestros propios actos.
El hombre, cuanto más libre, se constituye en un sujeto
más moral. Pues éste, no es nunca algo acabado, sino un proyecto
de ser. A través de la libertad, se acendra y se amplifica
en su ser; se proyecta como ser autoconsciente, se apropia y
diseña no su propio destino, sino su propia destinación, esto
es, lo que el hombre mismo es y puede llegar a ser conforme
a lo que tiene de específicamente humano, y no en función
de un destino concebido como fatalidad que le es impuesto
de forma inexorable.
Dado que el hombre, no está de una vez y para siempre
determinado en su totalidad, puesto que existe siempre un
momento de decisión, es preciso que sepa a “que atenerse”, y,
como quiera que no existe un modelo único a adoptar, y que la
vida puede vivirse de múltiples formas, le va mucho al hombre
en ese acto decisorio o de “compromiso”

Libertad, destino y destinación

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